La capilla fue diseñada para un hermoso jardín colonial en el que se celebran bodas, localizada en la Ciudad de Cuernavaca, a una hora de distancia al sur de la Ciudad de México. Cuernavaca, también conocida como la ciudad de la eterna primavera debido a su excelente clima, se ha convertido en un lugar muy popular para que las jóvenes parejas de la ciudad de México, realicen su boda.
Cuando decidimos construir una capilla de cristal, nuestro cliente nos sugirió utilizar un sistema de aire acondicionado para contrarrestar el calor que se generaría en un espacio cerrado. No aprobamos la idea del aire acondicionado debido a su alto costo y a la contaminación que genera, estos dos hechos nos llevaron a considerar remplazar el uso de cristal por otro material. Después de varias discusiones llegamos a la conclusión que con un sistema de ventilación podíamos utilizar el cristal, sin la necesidad de aire acondicionado.
El sitio para la capilla fue seleccionado dentro de un terreno enorme, con mucha vegetación, se selecciono un sitio que no requería el remover ningún árbol o planta existente, debajo de una gran Jacaranda (árbol típico en la zona de Morelos) el cual provee suficiente sombra natural lo que reduce la temperatura durante el día. Lo que logramos al seleccionar este sitio, fue crear el menor impacto negativo dentro del jardín.
La capilla está concebida como una caja comprimida para formar una techumbre empanada. Diferentes formas fueron trazadas en sus fachadas laterales para formar un prisma, el cual fue sustraído del volumen principal. Cubrimos las cuatro fachadas con cristal, a través de una retícula con 10 cms de separación entre cada pieza. En la fachada principal una cruz fue delineada y sustraída del cristal abriendo la vista hacia el jardín. La exuberante vegetación que se encuentra en el jardín y las jacarandas permean a través de las paredes de cristal, creando un dialogo entre el espacio interior y el exterior.
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